Descubrí el fiel compañero nocturno del rey Carlos, duerme con él todas las noches

El rey Carlos, actual monarca británico, es conocido por sus excentricidades, superando incluso a su madre, la reina Isabel II, quien se dice que solicitaba que sus sábanas fueran planchadas por una hora. Sin embargo, una de las más sorprendentes revelaciones sobre el rey Carlos proviene de una fuente inesperada: su propio hijo, el duque de Sussex, Harry.

En sus memorias recién publicadas, el príncipe Harry ha dado a conocer un detalle íntimo sobre la vida del monarca al revelar que duerme con un viejo oso de peluche que ha acompañado al rey durante toda su vida. Según la narración de Harry, este peluche es una representación de la nana de la infancia del rey, Mabel Anderson, quien fue una de las figuras más queridas y cercanas a Carlos.

Mabel Anderson jugó un papel crucial en la vida del joven Carlos, especialmente cuando ingresó al internado Gordonstoun en Escocia, donde, según Harry, el futuro rey sufrió acoso por parte de sus compañeros. En esos momentos difíciles, el oso de peluche se convirtió en un consuelo y compañero inseparable para Carlos, a quien solía abrazar para encontrar alivio.

A pesar de los años y el desgaste, el rey Carlos conserva este oso de peluche en un estado lamentable, con las patas rotas, las costuras deshilachadas y numerosos remiendos. Sin embargo, este objeto sentimental representa mucho más que un simple juguete: es un reflejo de la resistencia y las pruebas que el monarca ha soportado a lo largo de su vida, desde su niñez hasta su actual reinado.

La revelación de Harry sobre el apego del soberano a este oso de peluche nos brinda una mirada íntima y humanizadora del monarca, recordándonos que, detrás de la figura pública y la imponente posición que ocupa, existe una persona con emociones, recuerdos y necesidades emocionales profundas, al igual que cualquier otro ser humano.

Este detalle sobre las excentricidades del mandatario, si bien puede parecer sorprendente, nos recuerda que incluso los líderes más poderosos a menudo se aferran a objetos y costumbres que les brindan confort y seguridad, especialmente en los momentos más difíciles de sus vidas. La historia de este oso de peluche nos muestra que, detrás de la corona, late el corazón de una persona con emociones y vulnerabilidades.