Así fue el día en que la princesa Diana recibió la peor humillación de parte del rey Carlos

La vida de la princesa Diana dentro de la Familia Real Británica estuvo marcada por dificultades y constantes desafíos. Su matrimonio con el entonces príncipe Carlos fue un completo desastre y rara vez encontró la felicidad en su papel como miembro de la realeza. Además de lidiar con los protocolos y normas estrictas, Diana tuvo que enfrentarse a una de las humillaciones más difíciles de su vida. A pesar de los avances sociales, el machismo y la misoginia todavía prevalecen en la institución, y son principalmente las mujeres de la familia real quienes sufren las consecuencias. 

Lady Di experimentó en primera persona varias situaciones que eran consideradas atrasadas y patriarcales. Una de las reglas a las que la Princesa de Gales debía adherirse no tenía tanto que ver con los protocolos reales, sino con algo mucho más absurdo y era su estatura. 

La madre de los príncipes Guillermo y Harry medía 1,78 metros, lo cual se consideraba demasiado alto para una mujer. La complicación residía en el hecho de que el príncipe Carlos tenía la misma estatura. Era impensable que la esposa del heredero al trono real fuera más alta que su esposo, por lo que a Lady Di se le prohibió usar tacones. 

Por lo que rara vez se le vio usando zapatos de tacón alto cuando acompañaba al rey Carlos a eventos oficiales. A pesar de esta restricción, La princesa se convirtió en una experta en lucir mocasines y zapatos de tacón bajo, sin perder su estilo impecable.

Incluso en el día de su boda, Lady Di tuvo que cumplir con esta regla y no pudo lucir más alta que el rey Carlos. En varias fotografías oficiales, se puede apreciar al príncipe Carlos luciendo más alto que Lady Di. Esto se lograba mediante trucos de los fotógrafos reales, quienes buscaban resaltar la diferencia de altura que siempre debía existir entre la pareja.

En eventos reales, también se notaba la intención de diferenciar las alturas. Mientras el príncipe Carlos se mantenía de pie junto a la princesa Diana, ella permanecía sentada, lo que acentuaba aún más la disparidad de estaturas.

A pesar de las humillaciones y restricciones impuestas por la realidad, Lady Di logró dejar su huella en la moda y se convirtió en un ícono de estilo. Aunque no pudo usar tacones, su elegancia y buen gusto siempre estuvieron presentes, demostrando que las prohibiciones no podían opacar su brillo y personal.