Desvelada la intolerable costumbre de Mario Vargas Llosa que desenamoro a Isabel Preysler

Durante ocho años, Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler, fue considerada como la pareja icónica que siempre mantuvo a la prensa en vilo con su romance entre la realeza del corazón y la literatura. 

Sin embargo, su ruptura sorprendió a todos, con versiones contradictorias sobre los motivos. Mientras Isabel alegaba celos infundados, Vargas Llosa guardaba silencio, aunque se rumoreaba que sus constantes salidas de casa y las discusiones fueron un factor clave y que indudablemente su comportamiento había enfureciado a la influencer siendo el detonante para separarlos definitivamente.

El escritor, conocido por su participación en eventos sociales y portadas de revistas, parecía estar más cómodo en el foco de la literatura que en el de la farándula. Esto, sumado a sus reacciones impulsivas durante las peleas con Isabel, terminó por distanciarlos irremediablemente. Incluso llegó a enviarle un mensaje con detalles de su próxima novela en la que la involucraba, lo que llevó a la socialité a pedirle que no regresara.

Las imágenes del novelista entrando solo en su casa de la calle Flora, donde solía reunirse con sus hijos, fueron interpretadas como un indicio de problemas en su relación con Isabel. A pesar de haber compartido momentos en eventos públicos y documentales, la diferencia de mundos entre ambos finalmente los separó. La influencer se sintió eclipsada por la fama del escritor, lo que contribuyó al desenlace de su historia de amor.

En resumen, la historia de Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler nos muestra que, a pesar de la fama y el glamour, las diferencias en cuanto a la exposición mediática y el estilo de vida pueden ser determinantes en una relación.