Los desagradables vicios del rey Guillermo que pusieron en peligro su matrimonio con la reina Máxima

Pese a que el matrimonio de la reina Máxima y del rey Guillermo es uno de los más sólidos de las monarquías europeas, lo cierto es que la argentina debió tolerar varios problemas a lo largo de estos años y perdonar ciertos comportamientos impropios por parte de quien es su esposo y padre de sus tres hijas.

Aunque en Países Bajos suelen ser muy discretos a la hora de hablar de la intimidad de la reina Máxima y del rey Guillermo Alejandro, en las últimas horas se reveló cuáles fueron los problemas que la monarca enfrentó desde que decidió formar una familia con el heredero al trono. Informa Voces Críticas

En primer lugar, Máxima descubrió en muy poco tiempo que el padre de sus hijas tenía severos problemas con el alcohol. Según confesaron desde el entorno de la monarquía, en sus años de juventud, Guillermo desayunaba un vaso de whisky por día. Pese a que la argentina limitó el vicio de su esposo, a él le costó mucho trabajo abandonarlo por completo.

Sin embargo, ese no fue el único conflicto que enfrentaron la reina Máxima y Guillermo de Holanda. Antes de su histórica boda, el heredero tuvo un encuentro con una de sus exparejas, algo que puso en peligro la continuidad de la relación y la dignidad de la realeza de Países Bajos, que siempre había mantenido un perfil muy discreto.



Ante esta situación, la actual reina de Holanda, Máxima, decidió tomar una drástica decisión. En primer lugar, le dio un ultimátum a su futuro esposo, quien prefirió desoír los reclamos de su pareja y volver a verse con su antiguo amor. Como esto no resultó, la monarca optó por alejarse de su novio.

Según trascendió, durante ese momento de profunda crisis, la reina Máxima decidió pasar Navidad con su familia, en Argentina. Como el rey Guillermo entendió que su pareja no estaba dispuesta a tolerar este trato, decidió viajar para verla y le entregó un anillo de diamantes con el que hizo oficial su compromiso.