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una pelea sin retorno
La interminable pelea entre Juan Román Riquelme y Mauricio Macri por Boca Juniors: los motivos
Una relación que viene desgastándose desde hace muchísimos años y ahora se agrava con las elecciones de Boca Juniors
La pelea entre Mauricio Macri y Juan Román Riquelme llegó a un límite. Este enfrentamiento se hizo aún más relevante por las elecciones del club Boca Juniors. Esta relación “ tóxica” tiene su nicho desde hace más de 25 años, una pelea que incluye disputa por los salarios, reclamos públicos y reconciliaciones.
El expresidente de la República Argentina y el ex jugador de Boca Juniors se conocieron formalmente en 1996. Elige ingeniero había subido en el club en diciembre del 95 y uno de los pedidos más fuertes fue que quería que 9 de 11 jugadores titulares fueran hechos en las inferiores de La Boca. Para cumplir promesa, lo que hizo fue contratar a Jorge Bernardo Grifa como coordinador de las divisiones inferiores.
Cuando Riquelme comenzó a jugar en Boca Juniors, fue un momento que cambió toda la relación. El jugador se había referido de mala manera hacia Macri. “ Román cometió una equivocación de pibe y me trató por la bronca del momento. No quiero hacer de esta telenovela y darles de comer a los que viven de noticias polémicas, pero yo no miento”, fueron las palabras de Mauricio en ese entonces.
en plena época dorada del club de Boca Juniors, en donde había ganado tres copas libertadores, dos intercontinentales y cuatro campeonatos locales, el clima de festejo no acompañaba al humor de Riquelme. En julio del 2000 Román había pedido una mejora salarial, la cual fue brutalmente rechazada por la comisión directiva. “ si Mauricio Macri pasa al lado mío, ni lo saludamos. Estoy cansado que me digan algo en la cara y después no me lo cumplan”, había confesado Juan Román en octubre.
Pero todo culminó cuando se hizo el festejo del Topo Gigio, fue cuando Riquelme salió corriendo hasta el palco presidencial, lugar donde se encontraba Mauricio Macri, totalmente sorprendido y mirando fijamente lo que hacía he jugador. Riquelme había plantado sus pies en el césped y colocó sus manos por detrás de sus orejas. Ese festejo fue señal de qué la relación no estaba para nada bien y un sinónimo de “ ahora, escuchen”, un gesto que habías recorrido todas las tapas de los diarios.
