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OPINIÓN

Giro hacia el medioevo en Orán: Pablo González propicia la difusión de la "Peste Negra"

Giro hacia el medioevo en Orán: Pablo González propicia la difusión de la "Peste Negra"
viernes 10 de noviembre de 2023

Por Franco Alvarado para Voces Críticas- Tal vez, desde los tiempos del nacionalsocialismo o durante la dictadura de Iósif Stalin, no se ha vuelto a ver que un gobernante trate de diezmar a su pueblo aplicando políticas para provocar hambrunas o fumigando a la ciudad. Sin embargo, en la ciudad de Orán, en la provincia de Salta, el intendente local parece haber decidido colaborar con las políticas internacionales que abogan por la disminución de la población mundial y sería el caso de que, el intendente de Orán, Pablo González, estaría dispuesto a colaborar exterminando vecinos.


No es exagerada la afirmación, lamentablemente, tampoco es una metáfora, sino la más cruda descripción del cuadro de decadencia, abandono y falta de ejercicio del poder por parte del intendente González, quien dejará un municipio no sólo un récord casi Guinness en endeudamiento, que dicen que será cercano -o superior- a los mil millones de pesos, sino que además, tanto el municipio, como el resto del ejido urbano parecerán haber sufrido un bombardeo masivo.


Algunos dicen que la pista de Puerto Argentino luego del bombardeo inglés estaba mejor que las calles de Orán. Tal vez sea ese estado desastroso de los pavimentos lo que haya terminado dañando a los vehículos municipales que se amontonan en el canchón en desuso por desperfectos varios que no hallan repuestos ni tampoco voluntad por parte del intendente para arreglar ninguno.


Como una cosa acarrea a la otra, al estar el parque automotor municipal convertido casi en chatarra, parte del mismo, los camiones de recolección de residuos no salen a cumplir con ese servicio, primordial en cualquier ciudad. Luego, al no haber recolección han surgido los primeros microbasurales que se multiplican cada vez más por todo Orán. La existencia de basurales o microbasurales conlleva el ser nido de todo tipo de alimañas y entre ellas las ratas.


Estos roedores tienen una alta tasa de natalidad por lo que en este momento en Orán ya es un fenómeno a cielo abierto contemplar la cantidad de roedores que pasean sus bigotes por la ciudad, anidan en los grandes depósitos (si son de mercaderías, mejor) y hacen rápidos virajes en la vía pública.


La sobreabundancia de estos roedores pone en latente riesgo a la comunidad oranense de que se extendiese una plaga de Hantavirus.


Pero peor aún, ocurre que estos "Rattus norvegicus", pardos algunos, negros otros y también en color blanco, suelen tener la costumbre de ser la vivienda y el medio de transporte de las pulgas -Xenopsylla cheopis-,las que se alimentan de la sangre del ratón, saltan y muerden a los humanos, inoculándoles Yersinia pestis, la bacteria de la pulga, que desembocaría en la difusión de la peste bubónica, así llamada por formarse en la piel del infectado unos "bubos" de pus que llevan a una muerte horrible.


No tratamos de hacer estremecer al lector, pero es menester decir la verdad de lo que está sucediendo y el peligro en que el intendente, Pablo González, está poniendo a sus vecinos, habiendo hecho abandono prácticamente de sus responsabilidades y dejando al pueblo desguarnecido.


Que a esta altura del siglo XXI, una ciudad populosa y pujante como Orán esté invadida de ratas y con los riesgos que los acompañan es insólito. Pero mucho más inaudito es hallar a un individuo como González que está próximo a devolver a su pueblo a los tiempos medievales en que a causa de suciedad pública la Europa se vio diezmada por la peste bubónica o "Peste Negra" como la conoce la historia.


Que alguien le avise a Pablo González que sería bueno que se dedique a combatir a los ratones y deje de cuidar a los rateros.

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