Inicia el juicio contra nueve policías que golpearon con brutalidad a un joven salteño

SALTA (Redacción Voces Críticas) Nueve policías detenidos son enjuiciados por allanamiento ilegal, vejaciones agravadas y lesiones graves. Los efectivos habrían perseguido a dos jóvenes hasta su casa, ingresaron sin permiso y los golpearon brutalmente sin motivo alguno.

En la primera jornada del juicio, se informó a los acusados sobre las denuncias en su contra, pero los policías optaron por no declarar en ese momento. A continuación, se tomó declaración a la víctima, quien habló sin la presencia de los acusados.

Durante la audiencia, la víctima no reconoció a ninguno de los nueve acusados. Al ser consultado por el motivo, afirmó que no quiere causar problemas a los policías, que todo lo que había relatado era cierto, pero desea que sigan trabajando y que no se vean afectados en sus vidas.

Explicó que hubo una pelea entre ellos que resultó en su hospitalización con una fractura de mandíbula. Sin embargo, añadió que lo sucedido ya quedó en el pasado y que todo ha terminado. Tras someterse a una operación, en la actualidad asegura tener dificultades para abrir la boca y siente que su mandíbula se traba.

La ronda de testimonios continuó con la declaración de otros tres testigos, incluyendo la madre de la víctima. Se espera que las audiencias prosigan hasta el 16 de junio.

La causa

Los hechos denunciados tuvieron lugar el 19 de diciembre de 2020. La víctima relató que salió de su casa en dirección a la de un amigo en el barrio Bicentenario. Mientras caminaba con otro joven, un móvil policial se detuvo con cuatro agentes que comenzaron a insultarlos. A pesar de ignorar los insultos y seguir caminando, la policía continuó molestando, hasta que su amigo les pidió que dejaran de hacerlo, lo que provocó que los policías se bajaran del vehículo y los persiguieran.

La víctima explicó que él y su amigo se refugiaron en la casa de un conocido, quien era vecino del barrio y vivía con su madre, y permanecieron allí esperando a que el móvil policial se fuera. Sin embargo, los policías empezaron a golpear la puerta del domicilio, rompieron un vidrio y entraron sin el consentimiento de la dueña de la casa. Fue entonces cuando lo tomaron, lo tiraron al suelo, lo esposaron y comenzaron a golpearlo.

A pesar de los intentos de la familia para que los policías se retiraran, estos se negaron, insultando a todos los presentes en la vivienda. Además, la víctima mencionó que en la casa había menores que tenían miedo.

Posteriormente, lo subieron al móvil policial y continuaron golpeándolo. Al llegar a la comisaría, lo llevaron al baño, lo arrojaron al suelo y se unieron más agentes, aproximadamente de seis a siete, quienes comenzaron a patearlo entre todos. Los golpes fueron tan fuertes que le fracturaron la mandíbula.