Última hora

EL SANTO DEL DÍA

Éxtasis, escritos y fe: la vida de santa Catalina de Siena

Protectora de los enfermeros y las personas que sufren distintas dolencias, también se suele invocar su intercesión para hallar objetos perdidos

Catalina de Siena. Fuente: Twitter

SALTA (Por Carolina Mena Saravia) Santa Catalina de Siena fue una santa de la Iglesia católica que realizó una de las proezas más curiosas que registra la hagiografía. Durante un éxtasis, en tan solo cinco días, escribió 381 cartas y 26 oraciones, compiladas en su “Diálogo de la Divina Providencia”, conocido como “Diálogo", cara y sello de la literatura toscana.

Miembro de una familia numerosa "tenía 24 hermanos", santa Catalina de Siena recibió una educación simple. Desde niña disfrutaba de la oración, el contacto espiritual con Dios y la soledad. Cuando llegó a la edad adecuada para contraer matrimonio, sus padres se abocaron con ahínco a encontrarle un compañero de vida.

Santa Catalina de Siena echó mano del mismo empeño para negarse rotundamente, al punto que decidió cortarse totalmente su pelo y, colocándose un velo en su cabeza, se recluyó aún más en la oración y la vida dedicada a Dios.

La conversión de la opinión de sus padres vino de la mano de un hecho inusual, como casi todos los que acompañaron la vida de la santa, cuando estando inmersa en la oración, una paloma acertó a posarse en la cabeza de Catalina. Esa visión fue suficiente para que cayera el velo de los ojos de su padre, y decidiera permitirle a la futura doctora de la Iglesia entregarse de lleno a su verdadera vocación: la vida religiosa.

Todo en su vida sucedió tempranamente, así fue como a los 18 años ingresó en la Orden Tercera de Santo Domingo, el ala laica de la Orden de Predicadores. Imbuida en la vida de reclusión, germinó en santa Catalina de Siena la semilla de la caridad.


Visiones místicas


Fue en 1366 cuando comenzó a tener visiones místicas de Jesús, cambiando aún más el matiz del cristal de su vocación. En sus escritos eligió referirse a esta etapa de la vida de fe como un “matrimonio místico” con el Salvador.

“Cuando un alma se eleva a Dios con ansias de ardentísimo deseo de honor a Él y de la salvación de las almas, se ejercita por algún tiempo en la virtud. Se aposenta en la celda del conocimiento de sí misma y se habitúa a ella para mejor entender la bondad de Dios; porque al conocimiento sigue el amor, y, amando, procura ir en pos de la verdad y revestirse de ella”, escribió santa Catalina de Siena en la primera parte del proemio de su “Diálogo”.

Los milagros y el fervor religioso operaban en Catalina de manera tan eficaz que, según relatos de testigos de la época, dictaba “sin dificultad a tres amanuenses a la vez; en ocasiones, sobre temas diferentes”, reseña José Salvador y Conde en sus “Obras de santa Catalina de Siena”.
Junto con las visiones del infierno, el purgatorio y el cielo comenzó a recibir alocuciones que la exhortaban a bregar por la unión de la Iglesia como institución y de las distintas repúblicas de Italia, así como también por el regreso a Roma desde Aviñón del papa Gregorio XI, hecho que se produjo gracias a su predicamento en 1377.


Milagros, intercesiones y hechos inexplicables salpicaron a diario la vida de Catalina. Recibió los estigmas de Cristo, sobrellevando su dolor con resignación y de manera invisible. “Avergüénzate, hombre, y analiza tus pecados para que tengas materia de qué sonrojarte desde cualquier punto de mira que quieras”, exhorta Catalina en un capítulo de su “Diálogo”, dedicado al cuerpo místico de la Iglesia.

Santa Catalina de Siena no solo es doctora de la Iglesia, honor conferido primero a santa Teresa de Jesús, sino que es copatrona de Europa e Italia. En ella se manifestó la gracia concedida a los santos, la profundidad de sus líneas contrasta con la escasa educación que había recibido. Dios se sirve de los hombres más simples para resaltar con fidelidad y de manera certera sus enseñanzas.

La película de Santa Catalina de Siena

SEGUÍ LEYENDO
Últimas noticias
MÁS LEÍDAS