Última hora

EL SANTO DEL DÍA : POR CAROLINA MENA SARAVIA

Santa Águeda y la fiesta que no pudo ser a causa del coronavirus

Protectora esencial de las mujeres para preservar la salud de sus pechos y la lactancia en las madres, santa Águeda sigue siendo venerada como intercesora

Santa Águeda. Fuente: Twitter
viernes 05 de febrero de 2021

SALTA (Por Carolina Mena Saravia) Protectora esencial de las mujeres para preservar la salud de sus pechos y la lactancia en las madres, santa Águeda sigue siendo venerada como intercesora

Grandes fueron los tormentos que sufrió santa Águeda, mártir de la Iglesia católica que supo mantener incólume su fe hasta el final. Dios quiso que su cuerpo sea testimonio vivo de su gloria y, a pesar de ser sometida a toda clase de torturas, permaneció ilesa hasta que dejó este mundo cuando el Altísimo así lo dispuso.

 

Este año, en España, no pudo llevarse a cabo el festejo de su día a causa de la pandemia provocada por el coronavirus. La algarabía de las mujeres que irrumpen en las calles con distintas vestimentas para recordar a santa Águeda, hoy forma parte del pasado.


Reciben distintos nombres de acuerdo a las regiones de España. Están las “aguederas”, como se les llama en la zona de Miranda del Castañar, La Alberca, o en Segovia se encuentran las “águedas de Zamarrala”, mujeres casadas que visten trajes típicos, incluso mantones de Manila, que cantan, bailan y reciben el bastón de mando de la alcaldía, en lo que se las conoce como las “dueñas del día”, en una fiesta declarada de interés turístico.
Santa Águeda, virgen y mártir.

¿Quién fue santa Águeda, la protectora de la salud de los senos, a quien también recurren las madres para los partos complicados y los problemas en la lactancia? Esta joven fue una virgen noble y mártir católica que nació el 8 de septiembre de 235 en San Giovanni Galerno, en Italia, y murió el 5 de febrero, con solo 25 años, en Catania, Italia.

Víctima de la persecución contra los cristianos ejercida por el emperador romano, santa Águeda, quien ya había ofrecido su virginidad a Jesús, rechaza las insinuaciones del gobernador Quintiano, y este la envía a un prostíbulo para que la regenta del lugar le enseñe las artes del amor, de donde salió ilesa. Ante una nueva embestida de Quintiano con la consiguiente negativa de Águeda, el gobernador ordena que sus dos senos le sean arrancados.

Santa Águeda no murió en este episodio macabro. Con su salud pendiendo de un hilo, la joven fue depositada en el calabozo nuevamente, donde fue sanada de sus heridas por san Pedro. El gobernador Quintiano, sin dar crédito a lo que veía y escuchando la declaración de la joven sobre su milagrosa curación, decidió someterla a una nueva tortura, arrojándola sobre carbones ardiendo con un velo rojo.

Ante los ojos de los testigos –hecho registrado por las “Actas del martirio de santa Águeda”-, mientras su cuerpo ardía al rojo vivo de las llamas, el pueblo de Catania se estremecía con espantosos terremotos. Los habitantes del lugar acudieron aterrados a suplicar que cesen los tormentos de la joven.

Águeda fue nuevamente llevada a prisión. Su cuerpo permanecía quemado casi por completo, pero su velo estaba intacto. Fue allí donde, con fe asombrosa, agradeció a Dios su auxilio en estos momentos de dolor y ofreció su vida a viva voz al Creador.


El milagro del Etna


Al año siguiente de su muerte, el volcán Etna entró en erupción. Con un río de lava que se acercaba al pueblo de Catania, los habitantes recordaron a su querida santa y corrieron a arrojarse a los pies de la tumba, suplicándole que los libere del perecimiento.

En esos momentos desesperantes enfrentaron sin más el mar de lava, poniendo por delante de él el velo de Águeda que no se había desintegrado en las brasas. Milagrosamente, la lava se detuvo petrificada. A partir de ese momento, la intercesión de la santa se reclama en Sicilia, en sus alrededores y se extendió por todo el mundo.

La basílica de San Apolinar, en Rávena, registra en sus majestuosos mosaicos bizantinos una procesión de vírgenes recordando a la santa. Artistas de todos los tiempos, como Francisco de Zurbarán, Piero della Francesca, Andrea Vaccaro y Luca Giordano se vieron cautivados por su vida y su fe, y retrataron escenas de su martirio.

Este año las romerías en España faltarán, pero aún se puede degustar las conocidas "reliquias de santa Águeda", un dulce con forma de pecho de mujer relleno de chocolate y crema. El cuerno del unicornio, animal mitológico, símbolo de la virginidad, es uno de los atributos con que se representa a la santa.

 Videos:coros de Santa Águeda

SEGUÍ LEYENDO
Últimas noticias
MÁS LEÍDAS