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6 Razones por las que Cambiemos aún tiene algo de imagen positiva

Tenemos diferentes interpretaciones de cómo Macri le ganó a Scioli en ese ballotage del 51%

6 Razones por las que Cambiemos aún tiene algo de imagen positiva
Por Redacción Voces Críticas
lunes 10 de diciembre de 2018

Tenemos diferentes interpretaciones de cómo Macri le ganó a Scioli en ese ballotage del 51%. Los que piensan como Cambiemos, por supuesto, estimarán que se trata de un resultado lógico contando con el mejor equipo de los últimos 50 años y la mala gestión del kirchnerismo. Los otros pensamos diferente y realmente adentro de este colectivo, espació, mundo, como quieran llamarlo, venimos haciendo una autocrítica feroz. Se dialoga, nos enfrentamos con nuestros demonios, nuestras frustraciones, nos herimos un poco más y nos curamos las heridas entre nosotros como saliendo de una batalla, porque sabemos que en la próxima nos tiene que encontrar unidos nuevamente y con la experiencia.

Cuando desde los medios se le pide a la oposición que haga la autocrítica, en realidad esperan que haya una especie de confesión de parte, para que exista un relevo de pruebas. Si fulano de tal lo dijo, ya no tenemos que demostrarlo. “Ahora es verdad” dirán satisfechos de haber pegado una. Pero ¡no! Por ahora todo sigue en el espacio de la post verdad, salvo Jaime y López, claro. Pero suena a poco para un Gobierno entero acusado de alta corrupción, traición a la patria o/y asociación ilícita.

Al mismo tiempo desde el mismo momento en que asumió Macri, la manipulación de la Justicia se hizo evidente, “inocentando” al Presidente de cuanta denuncia, imputación o proceso hubiera en su contra. De todas formas, todos los integrantes del gabinete tienen acusaciones diversas, y algunos varias, pero si no fuera porque dudo de la Justicia, no le dedicaría un párrafo a los problemas procesales, fundamentalmente porque creo que no son la madre de la crisis. La corrupción es un problema, importante, obvio. Hay que combatirla, exterminarla, devolvernos Gobiernos probos. Como decía el General, los compañeros son buenos, pero si se los controla son mejores. Pero no son el problema principal de la crisis.

El problema de la Crisis son las políticas.

Estas políticas son malas, pésimas, rompen con el tejido laboral de la Nación (no país, ¡NACIÓN!), atacan las familias rompiendo su base de sustentación económico, destruyendo el entramado de soporte social asociado a ingresos básicos, servicios de salud y de educación.

Han endeudado a las familias a niveles nunca vistos antes e instalan tasas de interés usurarios “fijados” por el propio Estado Nacional. Lanzan al pueblo a la pobreza en un contexto donde la baja eficiencia de la seguridad e inexistencia de contención garantiza su pasaje a actividades ilegales como fuente de recursos. Un viaje de ida.


Lo que me sorprende es como el Presidente aún tiene un poco de imagen positiva.
 

Veamos algunas explicaciones posibles:


1. Capacidad de endeudamiento. Cuando el kirchnerismo partió, la Argentina tenía uno de los más bajos niveles de endeudamiento de su historia producto de haber vivido bajo el corsé del default, la inaccesibilidad de crédito internacional por los juicios con los Fondos Buitres, la quita concertada con los acreedores y el pago sistemático y puntual de la deuda remanente. Durante 2 años el macrismo dilapidó este capital financiero hasta que a principios de 2018 los acreedores dijeron ¡chau picho! Y caímos con el FMI. Ahora el cuento es otro.


2. Población con ahorro disponible. El pueblo había podido vivir en base al ingreso de su trabajo genuino. Con paritarias que compensaban la inflación, cuando no la mejoraban, año a año, el poder adquisitivo fue en aumento y cuando a la inversa, con los ajustes del macrismo el poder adquisitivo fue disminuyendo, existía en buena parte de la población un “resto” acumulado durante el kirchnerismo, sea en bienes como en ahorros, como en costumbres, es decir achiques familiares, que les permitió resistir los diferentes ajustes por inflación, de servicios y de honorarios bancarios, para citar solo a algunos.

3. Los empresarios contaban con stock de bienes y financieros. Los últimos años de kirchnerismo fueron de escasa actividad económica. No al nivel de la recesión actual porque incluso hubo crecimiento en 2015 (2,5% según BCRA) pero lo cierto es que las empresas tendieron a acumular stock en lugar de reducir la actividad o desprenderse de personal. A partir de 2015 ese stock fue reduciéndose a medida que la economía empresaria no daba ganancias y las expectativas industriales a la baja se incrementaban. La recesión estructural disimulada en 2017 por razones electorales fue correctamente interpretada por los empresarios quienes luego de algo más de 2 años de gestión comenzaron a sentir la asfixia y a cerrar.

4. La anuencia de los sindicatos. A pesar de las presiones de las bases, los jefes gremiales mantuvieron una alianza de silencio con el Gobierno de Macri mientras avanzaba la construcción de un escenario de recesión y desempleo que era completamente previsible. Esa actitud fue debilitándose, a medida que la CGT no aglutinaba los gremios más combativos y su triunvirato no daba respuestas o las dilataba sistemáticamente. Hoy la crisis adentro de la CGT es evidente.

5. Acuerdo con cierto peronismo desorientado. Bajo el paraguas de una supuesta gobernabilidad una parte importante inicialmente y menos relevante ahora de peronistas desorientados han entregado banderas fundamentales de la Doctrina.
Meterse con los Jubilados fue una traición. Este renuncio le dio oxígeno al
macrismo para avanzar en pretendidas transformaciones en contra del pueblo, con esas reformas regresivas obtuvo avales políticos ante organismos internacionales para continuar las políticas de endeudamiento, extranjerización de la industria y primarización de la economía.

6. Protección mediática.  Esto parece una muletilla de los K, una excusa porque no entienden que el ciudadano (nunca el pueblo) se cansó del populismo. Pero lo cierto es que el cúmulo de acusaciones que han reunido en el mejor equipo de los últimos 50 años y la importancia de las mismas serían causales de eyección en cualquier gabinete de un país civilizado y con un poco de vergüenza. Comenzando por los Papeles de Panamá. Al no repetirlo sistemáticamente en los medios no impacta. Mejor dicho, al protegerlo sistemáticamente, se oculta.

Podemos quizás encontrar otras que se sumen al análisis, pero por ahora tenemos queentender que cada una de estas razones está llegando a su fin y con ello el final de un modelo. Tendremos que reconstruir una Nación devastada afirmando los valores fundamentales de una Patria. Para los peronistas este es el mandato del Pueblo.

Por mucho que les duela a los que aún no entendieron el desafío del momento, el
próximo gobierno tiene que ser peronista, porque la patria está en peligro y Macri, como el capital, es apátrida.

Por Félix González Bonorino para Voces Críticas

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